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LA SOCIABILIDAD EN LOS PEQUEÑOS


Uno de los principales obstáculos que hace que los niños se resistan a entrar al círculo social y participar, es la timidez o inseguridad propia de la edad, por eso, el respaldo, acompañamiento e iniciativa paterna, es clave.; al aumentarle la confianza y autovalía, el niño irá desarrollando poco a poco su proceso de socializar.


¿Qué más hacer para facilitar este proceso?

  1. Llévalo al parque, al cine, al club deportivo, a actividades extracurriculares, a fiestas infantiles, a núcleos específicos donde habrá niños interactuando.

  2. Permite que interactúe, de nada sirve llevarlo a estos espacios donde hay otros niños, si lo mantendrás junto a ti. Este es otro obstáculo, pero ahora en los padres, no sentir seguridad de que el niño se debe introducir al mundo de los demás niños.

  3. No lo rescates, permite que el niño fracase, llore o se enfade; recuerda que es un proceso y que algunos batallan más en integrarse.

  4. En la medida de lo posible, hazte amigo de los padres de sus amiguitos, de padres que tengan hijos de edades similares; el propósito es formar una red social segura en donde los niños vayan y vengan con confianza; pasen ahí la tarde, los acompañe al cine, de compras, o simplemente a comer pizza.

  5. No cometas el grave error de llevarlo con otros niños a que corra y juegue, y dejar que lleve una tablet o dispositivo electrónico, no se integrará.


Los niños sociales tienden a ser exitosos también en otros ámbitos, sin embargo, aquí están los beneficios directos:

  • Menos egoísta. – deja de buscar su propio interés, y de aferrarse “a sus cosas”, y comienza a tomar en cuenta a los demás niños. Interactúa en lugar de jugar solo.

  • Menos emocionalmente dependiente de sus padres. – disminuye su necesidad de sentirse a gusto, seguro y protegido, al darse cuenta que obtiene lo mismo de sus amigos.

  • Más seguro de sí mismo. – probando sus habilidades de integración; al ser aceptado y querido por el grupo.

  • Aprende a negociar. – sobre todo cuando se da cuenta que no todos quieren jugar lo mismo; negociar es convencer a los niños a jugar, o ceder al juego de los demás.

  • Aprende a elegir amigos correctos. – la misma experiencia del juego y acompañamiento le permite darse cuenta, cuál trato le favorece, quién lo respeta, con quién se siente más seguro.

  • Descubrir sus cualidades y talentos. – pronto sabrá para lo que es bueno.

  • Aprender de las emociones de los demás. – de alguna manera se traduce en respeto hacia los demás niños.

  • Tienen un mayor desarrollo verbal e intelectual. – La interacción les permite conocer nuevas formas de expresión al comunicarse activamente con otros niños. Reciben estímulos lingüísticos que los hace enriquecer su lenguaje.


Te das cuenta, son muchísimos los beneficios de favorecer la sociabilidad en los pequeños; hagamos lo que nos corresponde, si comienzas con ellos desde pequeños, llegarán a la adolescencia no solo con habilidades sociales desarrolladas, sino con muchos amigos.

 

Psic. Gabriel Bello/ especialista en adolescentes

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