Para nadie es novedad que el internet y los dispositivos electrónicos, consumen gran parte de nuestro tiempo; una tendencia inevitable con consecuencias psicológica, sociales y económicas impresionantes.
Vivimos “el mundo del internet” y con él, formamos a la primera generación digital; niños y adolescentes cuya dinámica de vida gira en torno a la tecnología de la información, el entretenimiento y la comunicación.
No podemos ni debemos sustraernos de ello, es nuestra realidad, es lo que nos está tocando vivir como padres, sin embargo, si podemos y debemos hacer algo para evitar que esta maravillosa actividad tecnológica se convierta en un problema de salud mental; y es que tanto placer, activa el sistema de recompensa cerebral acostumbrándolo a ello, y así dar inicio al proceso de adicción; en otras palabras, el cerebro se acostumbra a recibir placer, que después ya lo exige.
indicadores para sospechar riesgo de una dependencia hacia los dispositivos electrónicos:
Pasa gran parte del día “pegado” al dispositivo electrónico
Miente cuando le preguntan sobre el tiempo que ha estado en su dispositivo electrónico
Se frustra al darse cuenta que no habrá señal de WIFI al lugar donde irá
En todo el trayecto, y durante su estancia en el lugar, se mantiene aislado, por estar ocupado con su dispositivo electrónico
Casi entra en pánico al darse cuenta que la batería se está agotando, y no tiene opción de recarga.
Realiza su tarea o sus quehaceres domésticos a la carrera, con tal de volverse al dispositivo electrónico.
Combina estas dos actividades, terea y entretenimiento digital.
Ha comenzado a desinteresarse de las actividades físicas recreativas, o de plano ya las abandonó.
Sufre de ansiedad si no tiene su dispositivo electrónico en la mano
Si por alguna razón tiene restringido el uso de su dispositivo electrónico, hará hasta lo imposible por reanudar su actividad mediante el dispositivo de terceros.
Las consecuencias son lamentables:
Presenta dificultad para postergar la gratificación porque su control de impulsos es escaso.
Es evidente la desatención de sus roles básicos (hijo, amigo, estudiante, etc.).
Su proceso de madurez psicológica y social se estanca.
En general muestra un comportamiento irritable antes y después de desconectarse
¿Qué hacer para evitar una situación así?
Haz consciente a tu hijo del problema que pudieran llegar a desarrollar en el corto tiempo, y de las consecuencias lamentables.
Modela un uso responsable, te están observando; además no podemos exigir lo que no hacemos.
Ten plena conciencia de que muchos padres fomentamos este problema, al permitir el uso de los dispositivos electrónicos de manera indiscriminada, así que anímate a reglamentar hacia una baja exposición de los dispositivos electrónicos e internet. Tu hijo, no tienen autocontrol de impulsos frente a tanto placer, tu sí.
Si ya cumple con estos 10 indicadores, es tiempo de buscar ayuda profesional.
Psic. Gabriel Bello / Especialista en adolescentes
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