Psic. Gabriel Bello

Si cubrió mis expectativas, era como la llave que estaba buscando para apoyar a mi hijo en esta etapa. La información presentada si está apegada a la realidad y muy clara. Ahora lo que me enseñaron ya lo estoy aplicando en herramientas para establecer una buena comunicación y relación con mi hijo. Definitivamente lo recomendaría para los que son padres y los que no son también porque siempre tendrán contacto en algún momento con adolescentes. 

Lo que más me impactó fue darme cuenta que la que más ayuda necesita ¡soy yo! y que me siento contenta de haber tomado este taller, es el inicio de una buena disciplina en mi misma para poder tener autoridad y armonía en mi hogar y con mis hijos. ¡Mil gracias!

Me encantó el curso y sobretodo que me abrió un panorama acerca de las necesidades de mi hija, creo y estoy convencida que tomando las herramientas que nos brindaste voy a llevar a mi hija al camino que la mayoría de los padres queremos, una buena persona, independiente y autosuficiente, pero sobretodo una relación madre e hija excelente. Gabriel, ¡Te felicito por ayudarnos a comprender a nuestros propios hijos y por supuesto que recomiendo este curso!"

Sandra O. 

Lo que más me impactó es que mi comportami-ento era tan equivocado al esperar de mi hija cosas de adulto, aprendí que no debo de tomarme las cosas de manera personal y concentrarme en mi objetivo que es formar un adulto con las herramientas necesarias para ser feliz.

Definitivamente cubrió mis expectativas de manera clara sencilla y objetiva,  con ejemplos y prácticas. Además de la apertura a participar, definitivamente lo recomiendo y siento que ayudaría en mucho a tener jóvenes exitosos. Este curso es para mí la herramienta que todo padre debe manejar por amor a sí mismo y a sus hijos.

Cumplió mis expectativas, la información que me dieron me va a servir como un vínculo de comunicación para mis hijos, poder comprenderlos más y apoyarlos. Vale la pena tomar esta clase de seminario para poder tener una fuente de comunicación padres e hijos y por lo menos no afectarlos tanto, como se afectó a mis pasados.